Historia negra
Esta es una historia,
Una historia de opresión, de injusticia,
Una historia falsa, borrosa
Una historia bochornosa
En la que unos alimentaban sus ambiciones mediante
El sufrimiento de muchos otros,
En la que los otros morían por los unos y los unos vivían
A costa de los otros
Un libro de desilusiones escrito con lágrimas
Un cuadro de promesas pintado con sangre,
Un libro de problemas sin respuestas,
Una masacre
Una historia con principio y sin fin
Cuyo tiempo se marca millones de años
Después de su comienzo
Una historia blanca
Construida por manos negras
Una historia en la que la verdad no se narra
Y la mentira se empaña
Una historia en la que dos grandes potencias
Decidieron repartirse el mundo
En dos partes, como un caramelo
Una historia en la que unos quisieron
Apropiarse de tierras y personas
Una historia en la que aquellos se creyeron
Superiores a los que no conocían.
Una historia de un mundo corrupto en el que
Los pobres envidiaban a los ricos
Y los ricos odiaban a los pobres
Una historia de un mundo en el que
La codicia humana mató a millones
En guerras dirigidas desde grandes sillones
Un mundo en el que la historia de unos
Se escribió con letras de oro y la de otros
Fue escrita con bolígrafos sin tinta.
Esta es una historia de un mundo en el que
Me sentí como un león de circo, lejos de su selva,
Rodeado de animales domésticos.
Enjaulado en un sistema sin llave,
Con el espíritu negro y la mente blanca.
Un mundo falso en el que sólo unos pocos ganan
Y se reparten las partes del pastel en lugar de lanzarlas al aire y dejar
Que se compita por ello, rodeado de mapas con fronteras y bandera.
Esta es una historia, una historia real…
Carpe Diem
Recorriendo las calles de una emblemática ciudad cuyo nombre no mencionaré, el señor Cronos advirtió que todo aquél que se cruzaba en su camino clavaba sus ojos en él sin hacer comentario alguno.
Después de varios minutos caminando, un viejo conocido se dirigió a él:
-¿A qué se debe tanta felicidad? ¿Es que te ha tocado la lotería?- preguntó. A lo que él le respondió: “no”. -Entonces ¿Te han ascendido? ¿Tienes coche nuevo?- volvió a preguntar el viejo conocido con intriga.
Nada de eso, amigo. ¿Por qué lo preguntas? Pues porque luces una sonrisa de oreja a oreja como si fueras a visitar el paraíso hoy mismo.- respondió en tono burlesco.
A todo ello, nuestro protagonista le contestó lo siguiente con ironía:
-Ah… Es cierto, había olvidado que hoy en día es un delito sonreír sin motivo. Pues debo decirte que he estado meditando y ¿Sabías que pasamos unos 23 años de nuestra vida durmiendo, 10 trabajando, cerca de 7 comiendo, 500 días esperando en colas y 50 llorando? ¿Lo sabías? -Replicó- ¿¡Cuándo vivimos entonces!? Por ello, he decido esforzarme en ser feliz durante el poco tiempo que dedico a vivir realmente, de lo contrario, lo único que habremos hecho es morir. Al fin y al cabo y como decían los romanos, mors ultima linea rerum est.
C.